Páginas

14 nov 2010

Pretérito Imperfecto

Se conocieron de jóvenes. Los dos adolescentes, llenos de sueños, pero eran de una época donde tener sueños implicaba tener llenos los bolsillos.

Vivían en un pueblito chico. Él se fue a la capital a hacer el servicio militar. Ella se quedo esperándolo.
Él volvió para casarse. Ella se fue con él. Él le prometió una vida llena de cosas, esas cosas que ella no tenía, porque nadie le había dado nunca. Creían estar enamorados, creían que se amaban. Pero solo amaban irse de ahí. Solo amaban crecer, y no pertenecer a ese lugar. Y confundieron amar con comodidad, confundieron amar, con salir de un pueblo sin futuro.

No me contaron muchas historias sobre ellos. O tal vez, las pocas que contaron las reprimi, para guardar en parte el dolor.
Tuvieron cuatro hijos. Entre los cuales me cuento yo.
No tengo recuerdos de él abrazándola y acariciándola. No tengo recuerdos de ella diciéndole cuanto lo amaba.
No tengo recuerdos de él regalándole algo, aunque sea una tarjeta para el día de los enamorados; tampoco de ella decirle palabras halagadoras y demostrándole admiración.

Así crecí. En esa familia, donde los dos amantes, no se amaban. Donde sus palabras eran gritos, donde la indiferencia le ganaba al amor.

Y este modelo de "dos amantes" con el que crecí, me condiciono en mis relaciones con el sexo opuesto. Si bien, tengo que reconocer que siempre me lleve muchísimo mejor con los hombres que con las mujeres, a la hora de ir un poco mas allá de la amistad, aparecían los problemas.

Fue por eso que en toda mi adolescencia no salí con ningún chico. Solo tenía amigos. Pero nunca tuve una historia de amor adolescente.

Fue a mis veintetres años que conocí a mi primer novio. Y ahora, ilusa de mi, me doy cuenta, que no me enamoro él; sino que yo me enamore de mi misma cuando escuchaba sus palabras. Porque el era el único que decía "sos hermosa" o emitía un "te quiero" inesperado. Y con él, por un poco tiempo, pude soñar la historia de amor de esas que solo se veían en las novelas.

Pero así como las novelas, ese amor que yo creía sentir por el también era parte de una ficción. Y esa historia termino. Hace unos meses, hablando de nuestras vidas, de como había cambiado todo desde que no estábamos juntos, me dijo: "Sofi, te soy sincero. Yo creo que sos una persona especial. Una mujer especial. Yo creo que vos naciste para ser libre. No creo que te vayas a casar algún día, y no porque no haya un hombre que quiera hacerlo con vos, sino porque vos no naciste para eso. Vos vas a terminar tu carrera y te vas a ir de acá. Te vas a ir, como lo hiciste siempre..."

En parte sus palabras sonaban esperanzadoras. Tener asegurando que nadie me iba a romper el corazón, era lo mejor que me podía llegar a pasar en la vida.

Y apareciste vos. Sí, vos, que aunque decís no leer mi blog, estoy segura de que dedicas dos segundos de tu vida agitada para saber qué me paso en la semana, o que me paso en el día.

Y vos querías todo ya. Yo necesitaba tiempo. Vos querías que seamos novios. Yo necesitaba estar segura de poder confiar nuevamente mi corazón a alguien.

Pero sabía que eras distinto. Al menos creía que eras el indicado.Y acepte tu propuesta. Acepte ese viaje.
El otro día discutimos (creo que por pavadas). Y fue una más entre miles de estos últimos meses. Y miro atrás y pienso: ¿que paso? ¿Porque estamos así?

Yo te digo que nunca me decís "Te quiero", y vos solo lo escribís en un mensaje. Yo te digo que te extraño, y vos respondes que tuviste una semana agotadora. Yo te digo que solo quiero ir y abrazarte un ratito, y vos volves a contarme de tus días extenuantes. Y yo te digo que lo entiendo, y me callo.

Yo me pongo lencería sexy (que compre con los pocos ahorros que me quedan) porque quiero conquistarte y que nos amemos toda la noche. Vos solo me abrazas y te quedas dormido.

Yo te pregunto si existe otra persona que te quite el sueño. Vos me respondes enojado. Y sí, yo se cual es la respuesta. Y te digo que te entiendo. Que entiendo tus días de trabajo, entiendo las responsabilidades que te atormentan y te cansan. Y trato de evitar discutir con vos. Pero no puedo. Soy impulsiva y me enojo. Y lloro. Lloro mucho más cuando no me ves. Porque se que te enojas cuando lloro. Entonces lloro sola. Y cuando estamos juntos, te regalo mi mejor sonrisa.

Y yo se, porque te conozco, que a pesar querer demostrar ser un tipo frío, en el fondo sos un ser sensible. Yo te vi llorar. Y yo se, porque te conozco y puedo leer a través de tus ojos, que te cuesta decir "te quiero". Te cuesta abrir tu corazón. Porque al igual que yo, vos también estas atravesado por historias que te marcaron.

Y me miro al espejo. Y me digo a mi misma Basta!. Quiero parar esto. No quiero repetir historias. Quiero despojarme de este mito que me envuelve. Quiero amar. Quiero amar y saber que amé. Quiero abrirme a la vida y dejar que me amen. Pero me cuesta tanto! ¡No te imaginas cuanto me cuesta!

Y tengo miedo. Porque me siento incapaz de sentir amor. Me preguntan "estas enamorada"? ¿Y que se yo de estar enamorada si nunca conocí el amor? ¿Cómo voy a saber reconocer estar enamorada, si en ellos, mis padres, mis amantes modelos, nunca vi el amor?

Y tengo bronca. Y cierro los ojos. Deseando que el día pase rápido. Tratando de que este impulso de escapar lejos mengüe.

No estoy buscando culpables. No quiero hacer de ellos la causa de lo que soy. No es el punto. No es la intención.

Solo quiero cerrar los ojos y despertar transformada. Quiero aprender a reconocer el amor en mi. Quiero amarme como nadie me amo, para así después podes amar a otro.

Pero, ¿como se hace? ¿Como se hace para parar, dejar la historia atrás y volver a empezar?

2 comentarios:

  1. Creo que no es tan de un día para el otro. Es un trabajito largo que implica entender que merecés ser amada.

    Al fin me puse al día! Te leí enterita en un día. Lástima que me colgué y no hice lo que tenía que hacer...
    En fin. Nos seguimos leyendo!

    Besos

    M.

    ResponderEliminar
  2. Yo creo que tampoco una puede pretender ser radicalmente distinta a lo que es.
    Tenés que encontrar una instancia intermedia entre esa "enamorada plena" que deseás y lo que sos en la actualidad... Es un cambio más equilibrado.. Es mi opinión
    Besos

    ResponderEliminar

A vos te paso algo parecido? Hacé catarsis conmigo, no te calles nada.
"Lo que no decimos no muere, nos mata"