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8 mar 2012

Crónica de un examen anunciado...

Casi todos los días, durante más o menos quince días la rutina fue más o menos la misma.

El despertador interrumpe a las 8 am. 
Cepillarse los dientes.
Lavarse la cara.
Acomodarse los rulos, envolverlos en un rodete y sujetarlos con un hebilla.
Encender la hornalla. Llenar la caldera (pava) con agua.
Saquito de te dentro de la taza amarilla. La azul es para el café.

Desplegar los libros sobre la mesa. Encender la computadora. 
Apagar el fuego. Colocar el agua en la taza (amarilla).

Empezar a leer. Tratar de leer. Concentrarse. Quedarse en el intento de.

Nervios. Ansiedad. Frustración.

Un te frío. Igual, hasta las diez no desayuno.

Distracción. Bocinas. Ruidos de ascensor.

Empezar a leer. Tratar de leer. Concentrarse. Empezar a subrayar.

Garabatear mariposas en vez de subrayar.

72 hs para el día del examen.

Nervios. Ansiedad.

Frustración. Llanto. Presión. Tener que cumplir con...

48 hs para el día del examen.

Discutir. No soportar. Divagar. Preferir estar sola sentada en una plaza, dejando el mundo pasar.
Querer abandonar....

24 hs para el día del examen.

Madrugar. Prometer estudiar. Leer. Compartir. Necesitar abrazar....
Boludear.

Menos de 12 hs para rendir el examen.

Ir al kiosko. Vaciar la góndola de los chocolates. Pasar por el supermercado y comprar esas cosas raras que te mantienen despierto (?).

Sentarse. Estudiar. Leer. Subrayar. Armar un croquis. Romper una birome de los nervios. 

Putear. Preguntarse que hago acá. Dudar. Querer abandonar.

Llorar. Abrazar. Descansar.

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24 hs después del examen.

El despertador interrumpe a las 8am. Lo apago. Sigo abrazada a la almohada. Feliz. Contenta. Motivada. Entusiasmada. Aprobando- me.





3 mar 2012

Proyección...

..."En sentido propiamente psicoanalítico, operación por medio de la cual el sujeto expulsa de sí y localiza en el otro (persona o cosa) cualidades, sentimientos, deseos, incluso "objetos" que no reconoce o que rechaza en sí mismo. Se trata de una defensa de origen muy arcaico que se ve actuar particularmente en la paranoia...."

Siempre admití cierto grado (bastante más elevado de lo normal) de histeria en mi personalidad. Sin embargo, últimamente la histeria masculina me está ganando el round.

Resulta que MisterD, de un día para el otro, comienza a tener actitudes raras, toscas...bue..mala onda. Eso, mucha mala onda. Somos amigos. Cada uno hace su vida día a día, intercambiamos anécdotas, nos aconsejamos, nos reímos, bromeamos...pero todos sabemos que la amistad entre el hombre y la mujer es un tema delicado...

En una charla...palabras más palabras menos el susodicho me tira un "Porque vos solo me buscas cuando estás mal con Bonzo...Cuando todo va bien con él, me ignoras" Frase que me dejo helada porque por un lado, si realmente ese era su sentir, lamente que así fuera, ya que nunca tuve la intención de alejar ni mezclar mis amistades. Pero...y si no era tan así el tema? Y si el susodicho busca una manera de alejarme y no se anima?

Resulta...que hoy...entre tantas cosas que uno se entera por el mundo 2.0..me entero que el mismo señor que me histeriqueaba con que no le prestaba tanta atención...hace más de un mes que anda saliendo con una chica. Y cuando digo saliendo...no me refiero solo a un chamuyo cibernético.

Prefiero pensar que la histeria todavía nos pertenece a las mujeres...pero...como explico tal conducta?

Es un error muy humano y muy común creer que es el otro el que tiene x conducta o actitud, cuando en realidad se trata de propios temores profundos, de pensamientos íntimos. Sera el deseo de que el otro actúe como queremos en realidad, o se trata de algo como nos gustaría actuar pero no nos animamos?

Llevado al caso que les conté arriba...acaso Mister D proyectaba en mi las ganas de alejarse...sera que esta nueva compañía hacía que él temiera un triangulo amoroso?

Mi mente, como de costumbre arma una red de análisis que no alcanzarían ni las infinitas teorías del comportamiento humano para explicarlo...

Prefiero, al menos por hoy, no pensar ni enroscarme en estas cosas...