... con los ojos achinados, los rulos despeinados, las sabanas semi caidas, y la almohada abrazandome fuerte...me desperté.
Ya abandone la idea de intentar que mis neuronas dejen de hacer sinapsis por la noche...es inevitable...viven aceleradas.
Al mejor estilo de pájaro carpintero, me atormentaban con la idea de "tenes que escribir, tenes que escribir, tenes que escribir.."
Y acá estoy, porque no hay mejor terapia, después de la terapia de piso, que escribir.
Cuando escribis, te despojas de partes de lo que tenias adentro, te sacas de ensima las palabras, que son esos kilitos de más de los que tanto nos quejamos...
Porque, como alguien dijo por ahi, lo que no decimos se transforma en insomnio, en dolor de garganta. Lo que no decimos se transforma en asignatura pendiente, pero no con otros, sino con nosotros mismos. Lo que no decimos no muere, nos mata...
Esta noche quiero dormir bien....por eso lo digo...por eso lo escribo...
Es el mismo motivo por el que empecé mi primer blog. Pero ojo que se hace vicio! ;)
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