Sí, lo admito. Todo este ir y venir me hacía estar muy insegura y muy, pero muy ansiosa.
Pero...a ver...tengo mis motivos:
Después de casi un mes de ruptura, Él me llama. Me invita a cenar (con mensajes por videos que dan a entender una posible reconciliación).
Por supuesto, me había preparado para ese momento. Quería ser la mujer más hermosa para él. Los nervios me acompañaron todos esos días previos. Pensé miles de veces qué ponerme. El guardarropas quedó literalmente extendido sobre mi cama ese día. Me puse mi mejor perfume. Arreglé mis cabellos como sé que a él le gusta.
El punto de encuentro era Acoyte y Rivadavia.
Cuando iba acercándome al lugar del encuentro mi corazón comenzó a acelerarse. Parecía una tonta sonriendo sola en el colectivo.
Me bajé. Me paré en la esquina, esperando el verde del semáforo. Lo ví en la vereda de enfrente. Estaba tan lindo! Verlo me derretía, y obvio el corazón me latía a mil.
El cambio de luces indicó que el momento tan esperado había llegado.
Estaba hermoso! Se había puesto el perfume que me gusta. Lo extrañaba tanto! Pero traté de ser sutil, y disimular todos esos nervios y ansiedad.
Le di un beso en la mejilla. El me miró profundo, como suele hacer siempre. Me regaló jazmines. Él sabe cuánto me gustan los jazmines. Me encantó ese gesto.
Entramos al lugar en cuestión. Fue una cena tranquila.
Caminamos disfrutando de la noche. Me toma por sorpresa. Me abraza, me besa. Me derrito en sus brazos.
Trato de explicarle que tengo miedo, no quiero que me lastimen, que no estoy dispuesta a conformarme con un "Te quiero". Pero torpemente las palabras se me acaban, desparecen. Me quedo muda.
Entre murmullos me dice "Te quiero" y enseguida suspira un "Te amo". Sé, porque lo conozco, cuánto le cuesta decir esas palabras. Pero no me miró a los ojos. Y en el amor, hay que jugarse. No se trata de ser empalagoso o romántico. Se trata de realmente hacer valer lo que uno quiere de verdad.
Después de esa noche, todo siguió igual. No me buscó. Apenas me saludaba por msn. Y sus planes de fin de semana no me incluyeron. Esas actitudes post reconciliación me confundieron más y me dolieron.
Acaso hay que escribir un manual de cómo comportarse en los días primeros de una reconciliación? Acaso no es obvio que esos días es cuando más cariño, amor, romanticismo se necesita? Y ojo, lo dice una anti romántica eh!
El domingo a la tarde nos vimos. Evité discutir y reclamar cosas. Realmente quería disfrutar de nosotros, de eso que somos cuando estamos juntos. Y lo hice. Fue una tarde hermosa.
Pero ahora; hoy, tomo todo con pinzas. Ya no le caben más curitas a mi corazón y no voy a permitir que nadie lo vuelva a rasguñar....