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15 ene 2011

Chapa y pintura

Pintar mándalas no me ayudo en nada...Seguía ansiosa, caminando por todo el departamento, pensando en él.
Llore. Me tire en la cama. Putee. Seguí llorando hasta que me dio bronca. No podía pasar un finde más así. Encerrada, ahogando mis penas sola mientras la vida pasaba...

Me di un baño con agua bien fría. Siempre uso el agua caliente, esta vez use la fría. Dejé que el chorro me golpeara fuerte la espalda, como si fuera una palmadita en el hombro de esas que te dan tus amigos cuando te dicen "Vamos!".
Me vestí con ropa cómoda y me fui a la ferretería. No, no fui a ningún shooping, me fui a la ferretería. Decidí remodelar una repisa vieja que hay en mi cocina.

Luego de tener todos los útiles necesarios para la tarea, me fui al balcón con el mueble y comencé. Primero tenía que poner un removedor de pintura. Hasta el día de hoy no sabia de la existencia de ese producto maravilloso! No saben el trabajo que me ahorro!! Después con la ayuda de la espátula fui sacando el exceso de la pintura.
Descubrí que la repisa no fue siempre amarilla, sino que en alguna época fue verde e incluso antes llego a ser celeste....que loco no? Como va cambiando todo. Como algo que a simple vista era (para mi) una cosa, en un pasado fue otra...Las cosas cambian. Nosotros también.

No voy a decir que fue fácil la tarea de sacar la pintura vieja. Es más todavía estoy en esa etapa. Me falta un estante y los costados más el cajón.

Supongo que en otros aspectos de la vida, sacar las cosas viejas, y cambiarlas por algo nuevo también cuesta. Cuesta deshacerse de eso que tenemos tan arraigado, tan pegado a nuestra "madera". Tal vez las llevamos con nosotros por años. Tal vez en una época fueron de un color, luego las fuimos cambiando por otro hasta llegar al actual.

Los cambios están buenos. Y lo admito. A mi en particular me asustan, me dan miedo, pero los necesito.
Y los cambios, a veces, duelen. Porque rasquetar lo viejo, arrancarlo, sacarlo y dejarlo atrás para esperar algo nuevo (que muchas veces no sabemos qué es) tiene un precio, un precio que no todos están dispuestos a pagar. Porque claro, es más fácil dejar la pintura que ya está. Total, si casi nadie lo nota. Si se puede tapar con los libros y los adornos. no?

Mientras veía todo lo que me faltaba pensé: "Bueno, al menos tengo tiempo para pensar bien cual va a ser el nuevo color"; pero es difícil autoengañarme, quería que este lista ya! Quería ya verla con el nuevo color, e incluso instalada en el nuevo lugar de la casa. Pero es imposible, todo tiene su tiempo. Todo procesos tiene sus etapas y sus momentos. Podré disfrutar del camino?

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