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11 feb 2013

Preparativos de una tarde de verano

Miro por la ventana del patio.
16hs.
Está soleado.
Hoy brilla como nunca.
Y yo que estaba esperando que llueva para bañarme bajo la lluvia y comer tortas fritas..

La reposera que veo desde acá me tienta. Parece cómoda.
El primer paso es ponerse protector.
Me fijo en el mueble del baño.
Cremas, cremas, infinidad de productos. Típico de una casa donde vive una mujer sola (mi vieja). Revolviendo encontré uno que dice que no solo te protege de los rayos uv sino que también por su componente de zanahoria te deja como recién salidita de una cama solar.

Agradezco tener un espejo de metro y media en el pasillo.
A falta de quien me coloque el bronceador, el reflejo es de gran ayuda.
Igual cuesta.
Sacudo un poco el pomo y me lleno la mano del producto en cuestión.
Medio pegajoso, pero bueno...una, que más o menos esta acostumbrada a las cremas humectantes se la banca.
Además ese olorcito a verano, a playa, a vacaciones es una dosis de endorfinas que me anima a seguir.

Empiezo por la cara.
La frente, la nariz son los lugares que más se queman, o mejor dicho, los primeros en quedar colorados.
Bajo hasta el cuello con la manos y sigo por el pecho.

Pido disculpas si alguno esperaba de esto un relato mas bien erótico. Lamento crear ilusiones.

La maya se ensucia un poco.
Encima esto tiene un color naranja fuerte.
Hay que tener cuidado. Sobre todo si la bikini es color blanca o tonalidades claras.
Yo safo. La mía es negra con pintitas fuxias.

Vuelvo a llenar la palma de la mano con el producto.
Junto las manos para mezclar y repartir bien.
Sigo con los brazos.
Largos y finos ellos.

Noto que mis hombros, negritos por bronceados anteriores (tal vez de las fiestas navideñas) ya se estaban "pelando". Parecen un trozo de chocolate con pintitas de dulce de leche.

Sigo por el abdomen (por no decir la panza con los rollitos que no disimulo) .
Bajo hasta el ombligo y choco con el piercing.

La cervical costo bastante. Pero me las ingenié.
El tema es la dorso lumbar.
Ahí se me escaparon un par de puteadas.

Cuando llegas a las piernas ya tenés la mitad del trabajo hecho.
Casi un par de metro y medio embadurnado de crema.

Me coloco los auriculares de tal forma que no me vaya a quedar marca de ningún cable que pase por el hombro.

Reproductor de música. Busco algún álbum interesante.
Tiene que ser algo acorde a la ocasión.

Play.
Canta Regina Spektor.

Camino al patio paso por la cocina y agarro una botellita de agua de la heladera.

Y cuando finalmente me dispongo a salir a que el sol acaricie mi cuerpo todo preparado para él...
Donde mierda está??
Ya se fue?????!!!!
Qué hace escondido detrás de todas esas nubes???

La puta madre! Me dejó caliente...pero no bronceada!!


PD: Post dedicado a el genio de mi profe.

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